
El Monasterio de Yuste fue el lugar donde decidió vivir sus últimos años el emperador Carlos V. El delicado estado de su salud por la enfermedad de la gota, le forzó a trasladar los poderes a su hijo FelipeII, y tomar la decisión de trasladarse definitivamente al Monasterio de Yuste el 22 de febrero de 1557.
Muy corta fue la estancia del Emperador en el Monasterio, ya que falleció el 21 de septiembre de 1558. Fue enterrado en la iglesia del Monasterio, para más tarde trasladar sus restos al real del Monasterio de San Lorenzo del Escorial en Madrid.
El Monasterio está situado en la Comarca de la Vera a unos 2 kms. de Cuacos, en un paraje tranquilo de singular belleza rodeado de arboleda y agua de pequeños arroyos. Encontramos allí las dependencias del Palacio del Emperador, así como unas importantes muestras de arquitectura religiosa de estilo gótico muy bien conservadas pertenecientes al Monasterio, como son sus claustros e Iglesia.
El Monasterio fue fundado a principios del siglo XV por ermitaños venidos desde Plasencia. Es en 1949 cuando la Dirección General de Bellas Artes inicia la reconstrucción del Monasterio, respetando la estructura original con el resultado que conocemos actualmente.
Del Emperador se conserva parte del escaso mobiliario que utilizó en sus últimos días de estancia, entre ellos se encuentran la litera que sirvió para su traslado, o la silla que se construyó especialmente para acomodar la pierna enferma de gota.
La Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste entrega el Premio Europeo Carlos V el día 9 de mayo, Día de Europa, en un acto presidido por S.M. El Rey, en la iglesia del Real Monasterio de Yuste.
Este galardón reconoce a personas, organizaciones, proyectos o iniciativas que hayan contribuido al conocimiento general y engrandecimiento de los valores culturales e históricos de Europa o al proceso de integración de la Unión Europea.
Galería de imágenes
Fotografías: Pablo Alcalde