Los primeros restos de asentamientos humanos en Cáceres se encuentran en la Cueva de Maltravieso, que tiene sus orígenes en el Paleolítico Superior con unos 25.000 años de antigüedad. En su interior se localizan valiosas pinturas rupestres, dibujos de manos en negativo, puntas de flechas y algunos dibujos de animales.
Los orígenes de Cáceres como núcleo urbano, los determina la colonia romana Norbensis Caesarina, (25 a.C). Fue fundada por Lucio Cornelio Balbo. De esta época se conserva una puerta en el flanco oriental de la muralla denominada Arco del Cristo o Puerta del Río.
La caída del imperio marca una época de oscuridad de la que apenas se conservan datos.
En el siglo XII se suceden las luchas entre árabes y cristianos. En 1169, Cáceres es reconquistada por Fernando II. En 1170 se fundan los Fratres de Cáceres, orden de caballeros que tienen la misión de defender la fortaleza.
En 1173 el caudillo almoárabe Abú Ya’qub arrebató la ciudad a los cristianos, reconstruyendo las murallas, que conservan sus basamentos romanos. De esta época se conservan algunas torres albarranas, entre las que podemos destacar: la de Bujaco, la torre de la Yerba y la del Horno.
La incorporación definitiva de la ciudad al reino de León se produce el día 23 de abril de 1229 (Día de San Jorge), con el rey Alfonso IX.
En esta época se comienzan a construir numerosos palacios y casas solariegas girando en torno a la Plaza de Santa María y la Plaza de San Mateo, que alcanzarán su mayor esplendor durante los siglos XV y XVI, con los Reyes Católicos.
