El Real Monasterio de Santa María de Guadalupe es un grandioso conjunto monumental declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en diciembre de 1993. Está dominado por el estilo mudéjar, aunque cuenta con importantes elementos góticos, renacentistas y barrocos.
Su fachada principal es de estilo gótico con dos torreones de cantería, las puertas de acceso están construidas en bronce, a ellas se llega a través de una gran escalinata.
El interior del templo es del S.XIV. La iglesia es una planta de cruz latina con tres naves, destaca la reja que cierra el crucero, de estilo plateresco; el impresionante retablo mayor con obras de Carducci, Caxés, Merlo y Jorge Manuel Theotocopuli, hijo de El Greco; la sillería barroca del coro, del S.XVIII; y los monumentos funerarios de Enrique IV de Castilla y su madre, Dª María de Aragón.
En la sacristía, con paredes y bóvedas decoradas con oro, se puede ver una colección de ocho magníficos cuadros de Zurbarán que se completa con otras obras suyas que se encuentran en la capilla de San Jerónimo.
Donde mayor número de riquezas encontramos es en el camarín de la Virgen: lienzos, alhajas, mantos de gran valor, …
La obra más original del Monasterio es su templete gótico-mudéjar del S.XV, se encuentra emplazado en el centro de un hermoso claustro mudéjar. Además hay un segundo claustro de estilo gótico formado por tres pisos conocido como el claustro de la Botica.
Se conserva una excepcional biblioteca y archivo donde se encuentran manuscritos ilustrados, joyas para la literatura y la historia, y un museo con magníficas miniaturas.
La Puebla de Guadalupe cuenta con el antiguo Colegio de Infantes o de Gramática de estilo mudéjar convertido hoy en Parador Nacional.
En los alrededores de la población, a pocos kilómetros, en la Sierra de Altamira podremos visitar el «Humilladero», famoso templete mudéjar de principios del S.XV.
La capilla de la granja de Valdefuentes (S.XIV), la ermita de Mirabel (S.XV), la ermita de San Blas de estilo gótico (S.XV) y la de Sta. Catalina (s.XVI), son otros de los edificios religiosos a visitar.
Entre los términos municipales de Cañamero y Guadalupe, podemos ver el castaño «El Abuelo», un ejemplar milenario, con unas dimensiones impresionantes que provocan la admiración de los visitantes.
Guadalupe ofrece hoy importantes productos gastronómicos y de artesanía, sobre todo objetos de cobre y bronce, tradición que se ha conservado a partir de los talleres de orfebrería de los monjes jerónimos.
